Testimonio desde el silencio

Estoy aquí y veo a los demás conversando,
quizás lleve ventaja al estar a su lado.
Los escucho hablar y me muestro desinteresado
aunque en el fondo mi boca clama por estar hablando.

Estoy aquí y puedo ver a mi alrededor.
el clima se ve adorable y ha salido el sol;
un bonito día como el que ha sucedido hoy
no puede arruinarse por un idiota como yo.

Quién sabe si lleve una carga tan pesada
que mi lengua mal parece tiesa y muerta,
cuando el silencio toca a mis oídos
mi rostro se comprime adolorido.

Entonces me pregunto por qué estoy escribiendo
con qué facilidad el lápiz toca la hoja y sigue su curso
de las miles de palabras que mi mente guarda desde el interior
no concibo cuáles salgan hacia todos los que me están viendo.

Entre la pléyade intelectual

Sentado frente a un panel de intelectuales
y discutiendo sobre la implicancia de un tema fascinante.
Estoy aquí escuchando atentamente cada intervención
aunque no puedo comprender del todo lo que se habla.

Es quizás el claro descubrimiento de la imperfección
que guardo en el fondo de mis pensamientos
de lo que debe ser o no correcto.

Talvez no fui lo suficientemente sincero
al creer que sabía lo suficiente
para considerarme quizás un genio.

Sigo escuchando las palabras ir y venir a través de las ondas
que vacilantes al igual que mi comprensión viajan
y me enredo entre uno que otro detalle
porque no comprendo del todo lo que hablan.

Pero aun así, me siento bien estando aquí
aunque pueda sonar contradictorio conmigo mismo.
Quizás sea el as bajo la manga que deja un resquicio
de la leve esperanza del máximo exito en esta recinto.

Sea de las fascinantes deducciones,
aclaraciones y divagaciones que en esta noche
progresivamente van llegando en el interludio
y que cuidadosamente asimilo
entre cháchara y juicios prematuros.

Meditando

En la tibia paz de un domingo por la mañana
podrías encontrarte a ti mismo solo pensando
cuánto hace que no analizas tus propias acciones
como las que consideras buenas y las que definitivamente son malas.

Cuando estés sentado, mires al cielo y a tu alrededor
y creas que todo es silencio puro
aprovecha el momento que se te ha presentado
y medita profundamente sobre lo que te ha sucedido

En el cantar de las avez encontraras la música
en el soplar del viento encontrarás el respiro
en el aroma de las flores encontrarás la fragancia
y en ti mismo encontrarás las respuestas.

Solo así sentado frente al universo
y tu mente centrada en un solo punto
descubrirás que más allá de lo que pueda sucederte
es importante ser conciente de tu día a día

Aquel que alimenta esa rutina que vives constantemente
pero que no justificas como debieras
Y eh allí el error que todos cometemos frecuentemente
no darle sentido a nuestra existencia.

La certeza de no creer más

Son las certezas que nos da la vida
las que luego se desploman ante la cruda realidad
en la doble personalidad que esconde las personas
cuyas voces asemejan el puñal letal.

Nada más increíblemente torturoso que el crujir
del interior de cada uno de nosotros, nuestra alma.
Nada más imcomparablemente doloroso que el partir
del músculo que representa nuestro amor, el corazón.

La confianza que depositas en aquellas personas
se ve envuelta una vez más en la cruel mentira.
Aquell que solo puede vestir la peor hipocresía
en la peor canallada que evocan sus voces temblorosas.

¿Cuánto dolor pueden causar las palabras?
De seguro va variando de acuerdo a la ocasión
Pero, aunque irónico, tengo la certeza:
Sin duda nada comparado a lo que ha ocurrido hoy.

Recuerdos vienen a mi mente

Medito al atardecer sentado frente al jardín
no sé a donde irán a parar mis pensamientos...
sin dudar avanzo por entre los mejores momentos
y no puedo evitar que el pasado vuelva hacia mí.

¿Pero cuán feliz creía ser en aquellos días?
y aquella respuesta salta a mi mente
no puede ser verdad que así lo fuera
porque si así era, por qué elegir perderte...

Es como si decidiera voltear la página
de aquel gran libro que constituye mi existencia
y de repente me quedase sin tinta
aquella que me motiva a escribir dia tras día.

Abro los ojos frente al jardín, me levanto de la silla
respiro profundamente y levanto la cabeza al cielo
como nunca antes me he sido tan sincero
como para admitir un error en mi vida.

2 en 1

¿Qué sucede cuando al despertar descubres
que todo lo pasado solo fue una ilusión?
Cual si la vida que hasta ese momento tuviste
se hubiese desvanecido de un momento a otro.

¿Regresarías los pasos que hasta ese momento diste?
Y así redesubrir el mundo que ahora perdiste.
Yo lo dudaría más de dos veces, y es que la vida
no puede vivirse de la misma manera dos veces.

Caminando a través del destino

Un lugar está predestinado para cada persona
como una línea en medio del pergamino del destino
quizás, más allá de cualquier esoterismo
nuestras vidas ya estén dirigidas hacia alguna meta.

Veo al caminar por las calles de mi ciudad
a las personas caminar y caminar con premura
quizás desean llegar rápido hacia aquel momento
que el tiempo les tiene guardado sin su consentimiento.

¿Pero por qué el tiempo siempre está en contra?
¿En qué consiste este capricho del destino?
Parece más difícil cada vez hacer cumplir la simple ley
de que cada quien pueda seguir su camino.

No sé si exista un atajo para culminar esta vida,
sin necesidad de sufrir, llorar, rogar... simplemente vivir
porque quien toca sus pies sobre la Tierra
no está exento de toda esta suerte de rudas experiencias.

Y entonces, resignados, agachamos la cabeza
y después de caer nos volvemos a levantar
sobrellevamos el error y seguimos caminando
tratando de reanudar el sendero adecuado.